Hoy vamos a preparar una saludable y económica tarta salada, que ademas resulta muy fácil de preparar, ya que apenas si necesita de elaboraciones previas para su preparación.
En este caso he utilizado espinacas congeladas porque las podemos tener en casa sin que lleguen a estropearse y porque son muy rápidas de elaborar, pero si queréis podéis utilizarlas frescas, teniendo en cuenta que al tener mucha agua en su composición, una vez salteadas perderán muchísimo volumen, por lo que será necesario hacer una gran cantidad si queremos tener suficiente para la receta de hoy.
Para aquellos que no les guste el salmón ahumado, podéis también ponerlo fresco, sin ninguna preparación previa, porque en el tiempo de horneado se hará totalmente; así mismo lo podéis sustituir por otro tipo de pescado, como puede ser unos lomitos de boquerones sin espinas, un bacalao desalado o unos lomos de dorada o rosada , en estos últimos casos debemos escaldarlos previamente, para poder sacar bien de los lomos unas tiras o lascas sin que se nos deshagan.
Algunos frutos secos, como pueden ser unos piñones tostados o unas pasas sultanas o moscatel, le vienen muy bien al relleno de esta receta, yo no los he incluido por los posibles alérgicos o intolerantes; pero como siempre os lo dejo como una opción para enriquecer aun mas la receta.
En cuando a la masa de hojaldre, y como explico de forma rápida en la elaboración, es necesario hornearla a medias antes de ponerle el relleno, así nos garantizamos que se hará bien por el fondo, y para que evitar que el hojaldre suba, tenemos un par de trucos, en primer lugar debemos pinchar con un tenedor toda la superficie de la masa y a continuación cubrirla con papel de hornear y ponerle algún peso sobre ella, por ejemplo unos garbanzos o alubias secas o la base a algún otro molde de horno.
Si queremos completar un buen almuerzo (para una cena sería suficiente con una porción de quiche), una buena ensalada de tomate, pepino y zanahorias rallada, sería un complemento perfecto; también una crema de verduras o una sopa de pollo o verduras, combinarían a la perfección.
Si nos queda alguna porción se puede congelar, teniendo la precaución de hacerlo una vez que esté totalmente fría y la envolvamos en film transparente; para volverla a tomar, si la queremos caliente, lo podemos hacer en el horno a una temperatura de unos 120 grados o en el microondas, cubriéndola con papel de cocina o de horno e introduciendo un pequeño vasito con agua.
INGREDIENTES |
1 placa de masa de hojaldre |
500 gr de espinacas (congeladas) |
100 gr de salmón ahumado |
3 huevos |
200 ml de nata de cocina |
100 gr de queso rallado |
Sal, pimienta, nuez moscada |
ELABORACIÓN:
En primer lugar salteamos las espinacas y dejamos escurrir para que suelten todo su agua.
Extendemos la placa de hojaldre en un molde circular, enharinado o forrado con papel vegetal y pinchamos toda la superficie, la cubrimos con otro papel sobre el que depositaremos algún peso (garbanzos secos)
Introducimos en el horno pre-calentado a 200 grados durante
unos 10 minutos.
Mientras tanto batimos los huevos, le añadimos la nata, volvemos a batir y seguidamente parte del queso, salpimentamos, agregamos un poco de nuez moscada rallada e incorporamos las espinacas.
Sacamos la masa del horno, retiramos el peso y el papel que la cubría y añadimos el relleno, terminamos adornando la superficie con tiras de salmón ahumado y el resto del queso rallado.
Volvemos a introducir en el horno y la dejamos unos 20 minutos.
Desmoldamos y servimos, se puede tomar caliente, tibia o fría.
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