![]() |
Redondas para darles un toque distinto |
En esta ocasión he escogido una receta que se sale de las tradicionales de jamón o cocido y he utilizado bacalao y pimientos de piquillo, que os aseguro que les dan un sabor increíble, además en su elaboración no he usado leche, por lo que los intolerantes a la lactosa no tendrán problemas a la hora de comerlas.
Evidentemente con esta misma receta, pero usando como liquido para la masa otro tipo de caldo, se pueden elaborar con multitud de ingredientes, ya sean veganos (setas, champiñones, espárragos, brocoli) o usando fiambres (salchichón, morcilla, chorizo, bacon, jamón), quesos (de pasta blanda o dura, con mas o menos sabor), marisco (gambas, berberechos, mejillones) o con cualquier otro tipo de pescado, blanco o azul (salmón, merluza, atún, anchoas); tan solo debéis tener en cuenta la cantidad de sal que hay que añadir al caldo en función de la salinidad que tenga el ingrediente que vayamos a usar en el relleno.
![]() |
Dejar enfriar la masa |
Pero volviendo a mi receta, una vez que tenemos la cebolla bien pochada y añadamos la harina, la debemos dejar que se cocine bien para que después las croquetas no estén harinosas y queden bien cremosas por dentro. Cuando la harina comience a cambiar de color, le vamos añadiendo caldo, en primer lugar un vaso completo y conforme comience a espesar le vamos incorporando poco a poco hasta que la masa espese, todo ello con la temperatura de cocción media/alta. Debemos tener en cuenta que una vez fría queda mas compacta, por lo que no nos debe quedar muy dura en caliente.
Un buen truco para que las croquetas al freírlas no se nos abran, es hacerles un doble empanado y si no las vamos a comer inmediatamente, congelarlas sin apilarlas en varias capas y sacarlas un par de horas antes de freírlas, dejándolas a temperatura ambiente; el aceite de fritura debe ser limpio para que la cobertura de las croquetas no cojan grumos y debemos dejarlas que se hagan totalmente por un lado antes de darles la vuelta.
![]() |
Freír en abundante aceite |
Si las queréis hacer aun mas saludables y digestivas, podéis emplear harina integral para hacer la masa y la cobertura hacerla con una capa de la misma harina, huevo y pan rallado.
INGREDIENTES
|
250 gr de bacalao desalado
|
3 pimientos de piquillo
|
3 cucharadas de harina
|
1/2 cebolla
|
Caldo de pescado
|
Sal, pimienta, aceite
|
Huevo y pan rallado
|
ELABORACIÓN:
Ponemos a cocer el bacalao en abundante agua, que
reservaremos una vez el pescado este listo.
En una sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva, pochamos
la cebolla muy picadita, añadimos la harina y dejamos que se cocine un par de minutos removiendo para que no se
pegue.
A continuación vamos incorporando caldo hasta que nos quede una masa densa,
pero no muy espesa y añadimos el bacalao y los pimientos de piquillo picados en el tamaño que mas nos
guste, así podremos verlos una vez estén fritas las croquetas.
Volcamos la masa en una fuente o plato hondo y la cubrimos
con film para que no haga costra, dejamos enfriar.
Una vez la masa se haya enfriado totalmente, hacemos
porciones y las vamos pasando por huevo batido y pan rallado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario