La receta original parece que proviene del antiguo Egipto, pero a día de hoy es parte fundamental de la dieta del oriente próximo y de Grecia, donde tienen una versión algo diferente del mismo.
Casi todos los pueblos y naciones del mundo Árabe suelen consumirlo habitualmente y lo hacen a cualquier hora del día, incluso en el desayuno acompañando al pan de pita, la versión griega del mismo incluye de forma opcional un poco de yogur propio de ese país, así como unas aceitunas, tipo Kalamata, trituradas como adorno, a la hora de servirlo.
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Ingredientes. |
Su elaboración no puede ser mas fácil y económica, ya que para ello podemos usar garbanzos de algún cocido o puchero, teniendo en cuenta que estos habrán cocido con carne (advertencia para los veganos) o simplemente cocidos con algunas verduras para darles algo de sabor, también, como es mi caso, podéis comprarlos ya cocidos en conserva o congelados.
Los ingredientes que yo utilizo en mi versión y que os detallo mas abajo, son los que podemos tener todos en nuestras despensas, sin tener que recurrir al tahini (pasta de sésamo), aunque si la usáis o queréis darle un toque mas autentico, podéis añadirla sin problema; pero con los que yo os indico también queda con un sabor y textura bastante agradable.
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Sugerencia de presentación |
Este es un plato que puede ser apto para veganos, dependiendo de la cocción de los garbanzos, y que presentado a la mesa acompañado de unas verduras cortadas en tiras (crudites), con trozos de pan de pita o con picos de pan integrales, resulta muy atractivo para los niños porque su sabor algo salado les puede recordar a otro tipo de aperitivos bastante menos saludables.
Y si, podemos decir que es un plato muy sano, tan solo lleva ingredientes frescos y naturales y preparado en casa, sin ningún tipo de conservantes salvo el zumo de limón, nos aportará un alto porcentaje de las proteínas necesarias, con muy bajo índice de grasas, además como en su acompañamiento podemos usar verduras frescas (pepino, zanahoria, apio) nos aporta casi todos los nutrientes necesarios para una mas que correcta alimentación, por lo que podemos optar por llevarlo en algún desplazamiento como tentempié o para pasar un día de campo o playa.
También podemos usarlo como acompañamiento de una menestra de verduras o setas salteadas, a modo de salsa; igualmente para pescados a la parrilla o algunas carnes, en este caso se puede utilizar medio yogur griego para que quede algo menos espeso y de esa forma agrandamos el volumen del mismo.
INGREDIENTES
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500 gr de garbanzos ya cocidos
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50 ml de aceite de oliva virgen
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Zumo de medio limón
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Sal, comino molido, pimentón
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Trituramos los garbanzos |
ELABORACIÓN:
Se pueden usar garbanzos ya cocidos de antemano, o cocerlos
para esta elaboración.
Para ello pondremos primero en remojo unas 8 horas en agua
tibia y coceremos junto con una cebolla, una zanahoria y una rama de apio hasta que queden tiernos.
Una vez cocidos y fríos los garbanzos, los trituramos y después añadimos el resto de ingredientes, salvo el pimentón.
Este se añade para decorar y podemos usarlo dulce, picante, o una mezcla de ambos.
Servir en cuencos, acompañado de verduras en tiras o trozos de pan de pita.
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