Para comenzar he sustituido el pan por unas zanahorias, también se pueden utilizar manzanas, que harán de espesante y le darán una textura similar a la preparación original sin aportarle muchos hidratos.
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Sugerencia de presentación (versión tradicional) |
Otra de las diferencias importantes con la receta tradicional, es que he sustituido el ajo, que particularmente no me sienta muy bien, por un chorrito de vinagre, que aunque no está incluido en los ingredientes clásicos, si que le aporta un sabor muy agradable; pero como os digo en otras elaboraciones, podéis cambiar los ingredientes a vuestro gusto. Si usáis ajo, yo recomiendo quitarle la semilla central y machacarlo previamente en el mortero con un poco de sal hasta crear una pasta, en ese momento se añade a la receta junto a los tomates.
En cuanto a los tomates, podemos utilizar los que estén mas baratos o aquellos de nuestra preferencia, siempre teniendo en cuenta que cuanto mas rojos y mas maduros mejor nos quedará nuestro salmorejo; a mi particularmente me gusta hacerlos con la variedad "pera", pero como decía, el mejor tomate para estas preparaciones es el que mas nos guste a nosotros, así el sabor final seguro que nos agrada.
Las proporciones están calculadas para cuatro raciones (como en la mayoría de mis recetas), pero aprovechando que se puede congelar sin problemas y después usarlo en varias preparaciones que os resumo a continuación, yo recomiendo hacerlo en gran cantidad y aprovechar el tiempo.
Como se trata de una receta totalmente vegana, podemos aprovecharla para aderezar algunas ensaladas, como la de pasta o arroz, en sustitución de la tradicional mayonesa o salsa rosa, bastantes mas calóricas y problemáticas para soportar las altas temperaturas veraniegas, de igual forma nos puede servir para elaborar algunos combinados, con o sin alcohol, dándoles un toque mas nutritivo y saludable, como granizado con una rama de hierbabuena, o para tomarlo entre horas en lugar de la fruta o los yogures.
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Triturar las zanahorias |
Por su bajo contenido calórico, a excepción del aceite, podemos tomarlo cuantas veces creamos conveniente, es de las mejores formas de ingerir las raciones recomendadas de verduras sin mucho esfuerzo, además y esto es en poco en broma, ayudaremos al bronceado de nuestra piel.
En su preparación yo he utilizado un robot de cocina, que por su potencia, tritura mucho mejor y podemos dejar las pieles de los tomates, en caso de no tener uno, podéis triturarlo todo con la batidora de mano o vaso y pasarlo después por un chino o colador, para eliminar los posibles restos de piel y semillas que queden sin triturar, pero yo aconsejo tomarlo tal cual, para no perder ni una sola de sus propiedades.
Si lo presentáis a la mesa en cuencos, se puede acompañar, como en la receta tradicional, de huevo duro y jamón serrano o atún en aceite, pero si queréis que vuestro plato sea totalmente vegano, le podéis añadir unos encurtidos picados o unos trocitos de manzana, si es la opción elegida para sustituir al pan.
INGREDIENTES
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1 kg de tomate pera
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2 zanahorias grandes (1)
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1 cucharadita de sal
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30 cl de vinagre
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150 cl de aceite de oliva virgen
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(1) o 2 manzanas reinetas
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Se puede preparar en robot de cocina, siguiendo las
instrucciones de la maquina para este tipo de receta, pero añadiendo en primer lugar las zanahorias y triturándolas bien.
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Servimos en vaso o cuenco |
Posteriormente añadimos el aceite de oliva al hilo para que se vaya integrando poco a poco.
Si quedan restos de piel de tomate, podemos pasarlo por un
colador no muy fino, procurando que pase la mayor cantidad de pulpa de las verduras.
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