Para comenzar dos consideraciones previas, esta receta aunque se denomine "berzas" no incluye el tradicional repollo o col, ya que es un típico potaje malagueño que derivó su nombre del que tradicionalmente se prepara con esa verdura, pero con unos ingredientes que difieren del mismo, y en segundo lugar, la presente receta es una versión express de la original, ya que esta conlleva mucho tiempo en elaboraciones previas y lo que trato es de que se pueda ahorrar un poco de tiempo en su cocinado, pero sin renunciar a su sabor y textura características.
En mi tierra se llaman a las judías verdes "habichuelas", por lo que si os encontráis cualquier receta que hable de potaje de habichuelas verdes, no es otro que este mismo, ya que dependiendo de la localidad se le denomina de uno u otro nombre.
Si quisiéramos elaborar la receta de la forma tradicional, deberíamos poner en remojo los garbanzos unas ocho horas y elaborar un puchero tradicional con pollo, ternera, huesos, garbanzos y verduras; y una vez terminado, apartar el caldo y en el mismo cocer las judías verdes, patatas y calabaza, así como el chorizo y la morcilla, pero como indicaba antes, esto nos llevaría mucho tiempo, algo que trato de ahorrar con mi receta.
Pero centrándonos en mi receta, tenemos que comenzar por eliminar las hebras laterales de las habichuelas y ambas puntas, ya que estas resultan algo duras e incomodas al masticar, y si son muy anchas debemos cortarlas por la mitad en sentido longitudinal y trocearlas de "bocado", la calabaza también debemos cortarla en trozos pequeños, que ademas contribuirá a que se hagan en un menor tiempo; en cuanto a las patatas debemos añadirlas en forma de cachelos, es decir, cascandolas en lugar de cortarlas para que de esta forma suelten mas almidón, que espesara nuestro guiso, y de esta forma también evitaran que se deshagan al cocerse. El comino molido es algo opcional, que le dará un toque de sabor especial, pero que contribuye a una mejor digestión de las grasas y legumbres.
Como indicaba, en la receta tradicional se emplean carnes de pollo y ternera, pero si usamos un buen caldo de pollo ya preparado, propio o comprado, no es necesario añadírselas. Lo que si le da al guiso su tradicional sabor y color son los embutidos, debemos tener en cuenta que son bastante grasientos, pero que consumidos de forma esporádica y siempre que no tengamos alguna limitación para ello, estos nos aportan las calorías suficientes para hacer frente a días fríos y desapacibles.
Los productos cárnicos que utilicemos, podemos añadirlos al plato a la hora de servirlo, bien troceados o si lo preferimos, podemos servirlos aparte en una bandeja y que cada comensal elija si los quiere integrados en el guiso o comerlos después a modo de "pringa", que por otro lado es la forma mas tradicional de hacerlo; tengo que decir que es costumbre en algunas localidades servirlo todo junto y una vez que se terminan las verduras y el caldo, se machacan los garbanzos y se toman junto a los embutidos y carnes, todo ello claro está acompañado de un buen trozo de pan de pueblo.
Por lo tanto nos encontraríamos con un plato muy contundente, que podría servir como plato único y evidentemente nada recomendable para una cena, es en toda regla un plato propio para los almuerzos.
Cabe destacar también que este guiso, como otros tantos donde se incorporan grasas animales, está mejor de un día para otro y que si nos sobra podemos congelar sin problemas, ya que una vez que descongelemos y lo volvamos a calentar, estará aun mas espeso y apetitoso.Si tenemos niños en casa y queremos que comiencen a probar este tipo de platos, una solución es triturar todos los ingredientes, excepto los cárnicos y se les puede decorar con unos picatostes, dándoles una forma de crema y evitando así que vean los trozos de verduras.
INGREDIENTES |
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1 1/2 litros de caldo de pollo |
2 chorizos oreados |
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1 bote de garbanzos cocidos |
1 trozo de morcilla |
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500 gr de judías verdes |
Sal, pimienta, comino molido |
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1 trozo de calabaza |
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2 patatas medianas |
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ELABORACIÓN:
Pelamos y troceamos las judías y la calabaza, ponemos a
hervir el caldo y añadimos las verduras.
Agregamos los chorizos que pincharemos para que no revienten
con el calor.
Pelamos las patatas y las incorporamos en forma de cachelos
pequeños (tronchadas, no cortadas)
Cuando las verduras estén casi listas, aproximadamente unos 20 minutos, añadimos los garbanzos bien escurridos, removemos e incorporamos la morcilla, procurando que no se hunda, solo que reciba el calor del guiso.
Tapamos para que la morcilla se haga con el vapor.
Se suele servir con los ingredientes cárnicos troceados, dentro del plato o por separado en una fuente.
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