TARTA CREMOSA DE MANZANA

 En esta receta le doy una nueva interpretación a la tradicional tarta de manzana haciéndola un poco mas ligera, para ello voy a prescindir de la masa de hojaldre o quebrada de la base y de la crema pastelera del relleno, pero manteniendo toda su jugosidad.

Aunque en los ingredientes incluyo azúcar blanquilla, esta se puede sustituir por mi ya mas que utilizada PASTA DE DATILES, de cuya elaboración tenéis referencia en varias de mis publicaciones anteriores.

Como indicaba, para la base he optado por unas galletas tipo digestive (o las que vosotros prefiráis) que mezcladas con un poco de mantequilla, o simplemente aplastándolas muy bien, formaran una capa solida donde se asentará el resto de la tarta; la opción de añadirle mantequilla es para que una vez terminada no resulte muy quebradiza, pero si la vais a hacer en moldes individuales, con la galleta prensada será mas que suficiente.

Cuando vayáis a triturar la manzana del relleno, no importa que pueda quedar algún trozo sin triturar, ya que esto le dará a nuestro relleno mas textura, pero no conviene que queden muchos trozos para que al hornearla quede bien compacta.

Las laminas de manzana que pongamos en la cobertura es conveniente que sean lo mas finas posible, así que si cortáis con una mandolina, sería su corte correcto, pero no pasa nada por cortarlas a cuchillo, solo una precaución;  hacedlo en el momento de ponerlas sobre el relleno y llevarla al horno de inmediato, ya que como sabéis la manzana suele oxidarse rápidamente.

Una vez que tengamos nuestra tarta horneada, debemos pintar su superficie lo antes posible, ya que así la mermelada se derretirá y será más fácil esparcirla; yo os recomiendo que uséis una de melocotón o albaricoque, que por su color resaltará aun mas el de la manzana tostada de la superficie. Sed generosos en la cobertura de mermelada, esta será absorbida en parte por la tarta y la manzana volverá a aparecer mas brillante.

Esta tarta, para los mas golosos, resulta ideal acompañada de una bola de helado de vainilla y espolvoreada con un poco de canela molida.

Y por su alto contenido en fruta, resulta algo mas conveniente para los mas pequeños de la casa, que cualquier otra que pueda llevar mas contenido en azucares refinados, recordad que si no queréis añadirle azúcar, esta la podéis sustituir por la pasta de dátiles.

INGREDIENTES

4+2 manzanas

200 ml de leche

160 de harina integral

100 gr de azucar

10/12 galletas tipo digestive

30 gr de mantequilla

Mermelada para decorar (1)

(1)Melocotón, albaricoque

ELABORACIÓN:

Trituramos las galletas y le añadimos la mantequilla derretida, mezclamos bien hasta obtener una consistencia de tierra mojada y cubrimos el fondo del molde o moldes que usemos, procurando que queden bien compactas y aplastadas. 

En una batidora o robot de cocina, trituramos las manzanas junto con la leche y el azúcar, una vez que la manzana este totalmente desecha añadimos la harina, en tres golpes al menos, y seguimos batiendo hasta que no queden grumos.   

Volcamos la masa sobre la base de galletas y decoramos con finas laminas de manzanas hasta cubrir toda la superficie.                                                                                               

Pre-calentamos el horno a 180 grados e introducimos los moldes a media altura, si es uno solo lo mantenemos unos 50 minutos, para moldes individuales con 30 minutos sería suficiente.

Al sacarlos los pintamos con mermelada batida por toda la superficie, hay que hacerlo en caliente para que esta se integre en la tarta y le de un acabado brillante